Su función principal es reducir la fricción y el desgaste de las piezas móviles del motor, por ejemplo, entre las paredes del cilindro y los anillos del pistón, o entre los lóbulos del árbol de levas y los seguidores. También actúa como refrigerante, absorbiendo y transfiriendo el calor producido en las cámaras de combustión del motor y en la parte inferior de la cabeza del pistón, lo que contribuye a evitar el sobrecalentamiento.
Los motores evolucionan constantemente y ofrecen mejor rendimiento y mayor eficiencia en el consumo de combustible, pero esto dependerá en gran medida de la calidad del lubricante. Nuestros productos están diseñados para que el motor de tu auto mantenga en excelente estado durante más tiempo.
El cambio de aceite y filtro debe realizarse en los intervalos indicados por el fabricante del vehículo o antes de que estos finalicen. Estos intervalos se establecen en función de la distancia recorrida o por periodos de tiempo. Al cambiar el lubricante con regularidad, este se mantiene en buen estado y protege de manera óptima todos los componentes del motor.
Existen muchos lubricantes de motor en el mercado, cada uno con una graduación, por ejemplo, 5W-40, 10W-30, etc.. Así, los conductores pueden elegir el adecuado en función de las necesidades del motor de su vehículo, teniendo en cuenta factores como su antigüedad, si se trata de un motor de alto rendimiento y el entorno de que se trate (autopista vs. tráfico de constante parada y arranque). El manual de tu vehículo te proveerá una especificación básica de lubricante.
Tanto los lubricantes minerales como los sintéticos se obtienen principalmente del petróleo crudo. Los minerales suelen ser adecuados para los modelos de automóviles más antiguos y por lo general son más económicos que los sintéticos, los cuales son modificados con el fin de incrementar sus propiedades protectoras y lubricantes para que puedan servir a motores más avanzados.