El Museo Militar de Aviación se encuentra dentro de la Base Aérea de Santa Lucía, en el Estado de México. Este museo, bajo la supervisión de la Secretaría de la Defensa Nacional, se dedica a la exhibición de valioso material histórico relacionado con la Fuerza Aérea Mexicana. En su interior, los visitantes pueden admirar una variada colección de aeronaves que han desempeñado un papel crucial tanto en la Marina como en la Fuerza Aérea Mexicana.
Escuadrón 201 fue una unidad mexicana de combatió en la Segunda Guerra Mundial que formaba parte de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM). Este escuadrón operó en colaboración con el Grupo 58o. de combate de la 5a. Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAAF por sus siglas en inglés) en la liberación de la isla principal de Luzón, Filipinas, durante el verano de 1945. El Escuadrón 201 destacó en misiones de reconocimiento, ataques aéreos y supresión de posiciones japonesas, así como en el ataque a convoy’s y emplazamientos de artillería en Filipinas y Formosa.
¡Hola a todos los amantes de la aviación y los máquinas de alto rendimiento! Soy Fernando Miller, y hoy quiero llevarlos en un emocionante viaje a través de algunas de las aeronaves más icónicas que adornan el Museo de la Aviación de Santa Lucía. Mi visita a este museo fue posible gracias a la generosa invitación de Marco Barrales, miembro del club de musculosos, quien compartió conmigo la oportunidad de explorar estos tesoros aéreos.
Y todos recordamos al “Escuadrón 201”, que dejó una huella indeleble en la historia de la Fuerza Aérea Mexicana. Aunque ya no se encuentra en servicio activo, su legado perdura y por esta razón ese nombre no se ha vuelto a utilizar.
El Museo de la Aviación de Santa Lucía es un lugar que todo entusiasta de los aviones y las máquinas debería visitar al menos una vez en la vida. ¡Acompáñenme mientras descubrimos algunas de las gemas que alberga este lugar!
Comenzaremos nuestro recorrido con los aviones Tiger F5 E y F5 F, fabricados por Northrop. Estas máquinas supersónicas son la columna vertebral de la Fuerza Aérea Mexicana. A pesar de los rumores que circulan, quiero aclarar que estos aviones no fueron comprados como chatarra en Estados Unidos. Son aeronaves totalmente funcionales y nuevas, esenciales para la defensa aérea de México.
En el Museo, tenemos el honor de albergar tanto el F5 E como el F5 F. El F5 F, con sus dos asientos, desempeña un papel vital en la instrucción de pilotos y está completamente equipado para el combate. Pertenece al escuadrón 401, una parte esencial de nuestra defensa aérea.
Otro avión que despierta admiración es el Hércules C-130, fabricado por Lockheed Martin. Este robusto avión de carga con cuatro turbohélices es una verdadera obra maestra de la ingeniería aeronáutica. Su versatilidad le permite llevar a cabo una variedad de misiones, y su diseño sirvió de inspiración para la creación del AC-130, una versión altamente armada utilizada en operaciones especiales.
El Sikorsky seahawk es otro punto destacado en nuestro museo. Este helicóptero ha sido fundamental para la Marina, utilizado en tareas de transporte, búsqueda y rescate. Si alguna vez vieron la saga de Transformers, es posible que reconozcan este icónico helicóptero. Su versatilidad y capacidad para operar desde portaaviones lo convierten en una máquina impresionante.
Nuestra colección también cuenta con una verdadera rareza: el Mi-26, un helicóptero de carga de fabricación soviética. Este coloso de la aviación es uno de los helicópteros más grandes del mundo, capaz de transportar cargas de hasta 20 toneladas. Sin duda, es una bestia en el mundo de la aviación.
Quiero expresar mi sincero agradecimiento a mi querido amigo Marco Barrales y al Coronel Bravo por organizar esta emocionante visita al Museo de Avación de México. Si tienen la oportunidad de visitar este lugar, se los recomiendo encarecidamente. Es una joya mexicana que celebra nuestra pasión compartida por la aviación.
La aviación es una fuente inagotable de fascinación y admiración. Los aviones y helicópteros son más que máquinas de metal; son testigos de la habilidad humana para conquistar los cielos. La conexión entre la aviación y los automóviles es innegable, y ambos representan la máxima expresión de la ingeniería y la pasión. ¡Gracias por compartir esta pasión conmigo!
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