Esto depende de:
Tipo y peso del vehículo.
Si es automático o estándar.
Calidad de las balatas.
Sobre todo, del tipo de manejo.
Esto puede ser desde 5,000 hasta 50,000 km.
Cuando las balatas comiencen a rechinar.
Cuando se encienda algún aviso en el tablero.
Después de una frenada demasiado brusca.
Cuando se escuche algún ruido raro al frenar.
Cuando al frenar el auto se vaya de lado o no frene a la distancia necesaria.
Se rectifican los discos y se cambian las balatas.
Se limpian todas las piezas y se lubrican con productos químicos especiales.
Se revisan todos los componentes esenciales para el buen funcionamiento del sistema de frenos.
Se purga el sistema de frenos.
Unos buenos frenos pueden salvarte la vida. Tu seguridad y la de los tuyos es lo primordial en tu auto; frenar a tiempo antes puede liberarte de un accidente. Lo que cuestan los frenos de la mejor calidad es mínimo comparado con el valor del auto, pero sobre todo, de la vida de sus ocupantes.