En el sistema de refrigeración, la válvula de alivio se encuentra en la tapa del radiador o en el propio sistema de refrigeración, permitiendo la liberación de exceso de presión causada por el aumento de temperatura, para evitar daños al radiador, mangueras y otros componentes.
En los sistemas de combustible, especialmente en aquellos de alta presión, las válvulas de alivio aseguran que la presión no exceda los límites seguros, protegiendo el sistema de inyección y evitando posibles fugas de combustible que podrían resultar en incendios.